Siete ladrones (1960)

Paul Mason (Rod Steiger) se encuentra en la playa de Monte Carlo con "el profesor", Theo (Edward G. Robinson). Éste le ha pagado el pasaje para que acuda allí, pues le necesita. Veremos que lo que se propone Theo es, ni más ni menos que robar la caja fuerte del casino de Monte Carlo, y apropiarse de los cuatro millones de dólares en francos que allí están a "buen recaudo". Siete, en efecto, serán los integrantes del plan del profesor, y el último de ellos en incorporarse, Paul -como vemos durante todo el metraje, objeto de un gran cariño por parte del personaje de Robinson- , ha sido requerido para tomar las riendas, ser la mano ejecutiva, la "mano dura", por así decirlo.
Y como diría Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer. No soy amigo de destripar las películas, y menos de ésta, pues creedme que hasta hace unos días ¡no la conocía! No es que sea yo una enciclopedia fílmica, pero como buen aficionado, algunos datos manejo, y me sorprendió mucho toparme con este título, de este director, y con este reparto, y no haber oído nada de ella antes.
En efecto, Henry Hathaway. Mal llamado un "artesano", porque estos "artesanos", él, Sturges, Frankenheimer, Lumet, etc., nos han brindado títulos que figuran por derecho propio en la Historia del cine. Siempre nos vamos (obviamente) a Ford, Wilder, Hawks, etc., pero... Bueno, es este otro debate que ahora no toca.
La película me ha encantado. En un impecable blanco y negro, la narrativa de Hathaway es sencillamente perfecta, una caligrafía de tal nivel que, cuántos memos de hoy en día podrían intentar, cuanto menos, imitar. La narrativa, de un estupendo guión, unido a la fotografía, el reparto y la música consiguen una gran y muy disfrutable pieza del "género".
Ya unos curiosos títulos de crédito nos avanzan la figura de Joan Collins bailando, un baile que, luego completo, nos la muestran como objeto de deseo, eso sí, sin poder considerar a su personaje como una "femme fatale". El bailecito que se marca al son del saxo de Pancho (Eli Wallach) es una escena de las que se quedan y perduran en la memoria, impresionante. Pero no está la Collins de "mujer objeto", forma parte del entramado y hace un muy buen papel. Acabo de mencionar a Collins; los siete protagonistas están excelentes. Pero destacaré también a Eli Wallach, otro pedazo de personaje e interpretación; cómo no, a Edward G. Robinson, ¡qué puedo decir de él! Pero he dejado para el final a Rod Steiger, algo fuera de serie, un anticipo de lo que nos brindaría en el futuro, brillante, efectivo, inmenso, no solo en el registro que nos muestra al principio...
En fin, cine de atracos, pero no de gente "cool", de esos molones que probablemente salgan airosos, ya sabéis. Personas muy "humanas" y no estereotipos propios del "atraco perfecto". De hecho, y con esto avanzo un poco de la trama, no asistiremos a una gran elaboración de planes y milimétricas ideas que han de salir a la perfección, no. Enseguida nos meteremos en harina.
Resumiendo: una película que, si no la habéis visto, y lo hacéis, dudo mucho de que después me recriminéis por ello.